“Dímelo y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo”
Actualmente tenemos la oportunidad de compartir momentos con nuestros hijos, desde que despiertan y durante las diferentes actividades del día. Podría parecer que debemos llevar el control de todo lo que está sucediendo, pero, ¿Qué pasa cuando los involucramos más y los hacemos protagonistas de su día a día?
El involucrarnos con nuestros niños puede sonar difícil, pero con acciones diarias podemos lograr grandes cambios. Uno de los más importantes es que se sientan involucrados en cada una de las actividades que realizan.
El conocer y tener presente el orden de cada actividad, ya sea de manera visual o simplemente mencionándolas, les permitirá tomar decisiones personales, logrando cada vez más ser autónomos e independientes. Si despiertas a tu hijo más temprano, puedes alentarlo a realizar su rutina de higiene solo, respetando los tiempos que puede llegar a tomarle. Es importante observarlos, sin hacerlo de manera evidente, ya que al relajar su mente y cuerpo se sienten en libertad de autoevaluar y desarrollar diferentes habilidades.
Como padres, en ocasiones, podemos llegar a limitar a nuestros pequeños en la realización de ciertas actividades, ya sea por el ritmo de vida, creencias o costumbres. Por ello es importante que les brindemos autonomía en las actividades que así nos lo permitan.
La retroalimentación asertiva es esencial durante su desarrolló. Al decirles elogios como: “Cada vez lo haces mejor”, “Tú puedes lograrlo solo”, “Te ves muy bien”, fomentamos y fortalecemos la confianza y seguridad en nuestros pequeños, contribuyendo a formar su voz interior.
Las actividades artísticas son también de gran ayuda en la formación de su confianza al permitirles expresar, explorar y abrir un mundo de posibilidades donde desarrollen su sensibilidad y creatividad.
Y tú… ¿Cómo promueves la independencia de tus hijos de preescolar?
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